Habréis oído a más de uno decir, estas fiestas modernas, eso nunca se ha celebrado aquí, eso es algo que se han inventado ahora para las películas, ¿queréis saber la verdad?
Orígenes
Lo que hoy conocemos como la Noche de Brujas o Halloween se celebraba hacen más de 3000 años por los Celtas, un pueblo guerrero que habitaba zonas de Irlanda, Inglaterra, Escocia y Francia. Precisamente el 31 de octubre, los Celtas celebraban el fin de año con el Samhain, una fiesta pagana. Con la inmigración europea a los Estados Unidos, principalmente la de los irlandeses catolicos en 1846, llegó la tradición de Halloween al continente americano. Cuando se habla de Halloween o Día de las Brujas se piensa en disfraces, maquillaje, fiesta, dulces y niños; pero la tradición indica que su celebración no siempre fue festiva y alegre, y que los ritos que se practicaban durante la noche tenían un carácter purificador y religioso.
¿Tenéis ya vuestra calabaza? ¿Sabéis por qué tenéis que haceros una?
La Calabaza / la
lampara para ahuyentar los malos espiritus
La
costumbre de ahuecar y tallar una calabaza para convertirla en un farol llamado
Jack-o-lantern
tiene su origen en el folklore irlandés del siglo XVIII. Según se cuenta, Jack
era un notorio bebedor, jugador y holgazán que pasaba sus días tirado bajo un
roble. La leyenda cuenta que n una ocasión, se le apareció Satanás con
intenciones de llevarlo al infierno. Jack lo desafió a trepar al roble y, cuando
el diablo estuvo en la copa del árbol, talló una cruz en el tronco para
impedirle descender. Entonces Jack hizo un trato con el diablo: le permitiría
bajar si nunca más volvía a tentarlo con el juego o la bebida.
La historia dice que
cuando Jack murió no se le permitió la entrada al cielo por sus pecados en vida,
pero tampoco pudo entrar en el infierno porque había engañado al diablo. A fin
de compensarlo, el diablo le entregó una brasa para iluminar su camino en la
helada oscuridad por la que debería vagar hasta el día del Juicio Final. La
brasa estaba colocada dentro de una cubeta ahuecada "llamada nabo" para que
ardiera como un farol durante mucho tiempo.
Los irlandeses solían
utilizar nabos para fabricar sus "faroles de Jack", pero cuando los inmigrantes
llegaron a Estados Unidos advirtieron que las calabazas eran más abundantes que
los nabos. Por ese motivo, surgió la costumbre de tallar calabazas para la noche
de Halloween y transformarlas en faroles introduciendo una brasa o una vela en
su interior. El farol no tenía
como objetivo convocar espíritus malignos sino mantenerlos alejados de las
personas y sus hogares.
Si quieres saber más sobre Halloween puedes consultar aquí:




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