domingo, 27 de mayo de 2018

Exposición virtual de Miguel Barrantes: Mostrando talentos

Exposición virtual de Miguel Barrantes



¿Quién dice que no hay talento en nuestras aulas?
Para mí es un orgullo poder exponer aquí el trabajo artístico de Miguel Barrantes, alumno de 4º de Eso, en él convive la pluma y el pincel por el igual como se puede ver.

A veces, cuando se ve un chico tímido o callado que no se muestra, podemos imaginar que puede haber dentro de él, nos deja ver a ratitos sus cualidades que asoman a través, en este caso de sus redacciones. Escuchamos a algún compañero o compañera hablar de él, en este caso María José Malagón, quien siempre lo ha apoyado y fue la primera en darse cuenta de su talento, pero cuando se ahonda y ve que hay más, que no sólo escribe brillantemente sino que también ilustra, no hay más remedio que darle salida pública para que todos podamos disfrutar de ello y así animar a otros que haya en el centro.

Es una de las de las razones, desde punto de vista por lo que es necesario seguir fomentando actividades que posibiliten al alumnado y al profesorado mostrar sus talentos y tener su espacio para compartirlo con los demás y de esta forma desarrollarse plenamente, no todo es lo académico, el ser humano es mucho más que conocimiento.

Os dejo una muestra de su talento a continuación


Objetivos:
-Fomentar el desarrollo integral del alumnado.
-Fomentar las diferentes inteligencias.
-Desarrollo talento creativo: artístico y literario
-Dar a conocer las producciones artística de nuestro alumnado
Destinatarios: Toda la comunidad educativa del IES Antonio Gala
Coordinación: Coordinadora Escuela Espacio de Paz
Descripción de la actividad: Mostrar el talento de nuestros alumnos y alumnas para reafirmarlos y animarlo para seguir desarrollándose y trabajando en su proceso creativo
Materiales elaborados o utilizados: Relatos e ilustraciones de Miguel Barrantes

NOCTURNAL
La Luna baña su sombra. Sus iris se tornan naranjas de repente en un signo de su poder: lo necesitará para culminar la venganza. Nunca soportó a los que creían ser dioses por el hecho de tener dinero. Sin duda lo pagarán caro. Todos ellos.


Mujeres Celtas: apasionadas y valientes, implacables con sus enemigos.
Envidiadas por la mujeres Griegas Y Romanas, absolutamente nadie podía vulnerar sus derechos ni su cuerpo, pues correría la sangre de quien se atreviese.


Hércules Poirot, detective retirado, que siempre busca resolver misterios que le atraigan por su complejidad intelectual. Creado por Ágata Christie en 1920, adora el orden y el método y tiene la costumbre de hablar intercalando frases o palabras en francés.


EL GRITO DEL MISTERIO II #1

Hace siete años, este país fue el que me juzgó y el que me condenó. El abogado mejor pagado de Madrid, Jose, amigo de mi familia, me defendió a capa y espada. No era fácil, y el lo sabía. Como si los cargos por haber derrumbado una galería entera después de haberme colado en ella pasado ya el cierre y haber disparado varias veces a los guardias de ésta fueran fáciles de explicar. Por supuesto, José y yo mentimos. Debíamos ocultar mis poderes, la razón de todo esto.
Y aquí estoy. Tras seis años de cárcel -me juzgaron como a una adulta- y uno de "rehabilitación" en Madrid, he regresado a Noruega. Esta vez, para descubrir qué le dio tanto miedo a mi madre como para que decidiera despojarse de su don. El cuadro de mi antepasado Edward Munch me dio una pista: la aparición de una familia rival que creemos que también tiene poderes. ¿Sabeis? En realidad lo hubiera dejado pasar. En realidad habría continuado con mi vida de no ser por lo que hicieron mientras estaba en la cárcel. Ahora, siete años después de que empezara a descubrir la verdad, me he unido a mi hermana para regresar a Noruega y descubrirla del todo. Y, sobre todo, para vengar la muerte de Jose.


Gonzalo Fernández de Córdoba, El Gran Capitán. Un símbolo de excelencia, personaje visionario de la Historia de España


BLACK SKY
Mi rey exige tu cabeza. No intentes escapar, pues te seguiré allá donde seas capaz de llegar. Te arrinconaré en la zona más oscura y pequeña de tu mente y te atacaré con tanta furia y la destreza como tú seas capaz de imaginar. No tendrás la más remota posibilidad de escapar porque nunca conocerás ninguna debilidad que posea. Al final caerás, y yo le entregaré a mi señor tu cabeza impregnada de sangre, sudor, lágrimas y una expresión congelada de angustia y terror que nunca hubieras imaginado poder concebir.


EL GRITO DEL MISTERIO II #2
La primera misión de Laura y su hermana Stephanie en Noruega es ir a visitar el cuadro que lo originó todo. Pero antes, ambas tendrán que decidir qué es lo que realmente están dispuestas a hacer para desvelar la verdad... E incluso si existe alguna verdad.


El fuego lo consumía todo. Conseguí salir de la cabaña en llamas justo antes de que el techo se desmoronara. Caí de rodillas, sollozando entre las pavesas, sintiendo todo lo que había perdido. Pero entonces lo vi. Erguido majestuosamente ante mi, aquel elegante animal estaba envuelto en llamas, y me miraba fijamente. De alguna forma, quería creer que no había sido él quien originó ese infierno. Se acercó lentamente a mí, con la cabeza gacha. Sin saber cómo mi mano acabó sobre su frente. Y entonces lo supe. Aquella alma del bosque, vagabunda solitaria, eternamente envuelta en llamas que no podía sentir, se había convertido en un espíritu salvaje. Y había venido a salvarme de mi calvario. Ahora, los llantos han quedado atrás. Ahora, me he unido a esa alma, convirtiéndome en una parte más de ella. Ahora somos dos fieras lobas incandescentes.


BRIGHT SUN
La libertad es nuestro objetivo. He venido a protegerte, a unirme a ti en la misión más importante de todas: Liberar al pueblo del rey opresor. Él quiere tu cabeza, y ha mandado a su mejor guerrera para conseguirla. Pero juntos sobreviviremos. Juntos afrontaremos cualquier adversidad y batallaremos codo con codo contra aquél que pretende imponerse anárquicamente contra los demás. Si permanecemos juntos, nada ni nadie podrá detener nuestra noble empresa. Juntos, siempre.


NIEBLA EN EL CORAZÓN
¿Podremos estar juntos alguna vez? Cada vez que te beso, te abrazo, te rozo siquiera... Un dolor infrahumano nos sobrecoge. Es irónico cómo no estamos hechos para estar juntos, pero no podemos dejar de pensar el uno en el otro. ¿Acaso no se atraen los polos opuestos? Pero no vamos a dejar que nadie, ni siquiera el destino, decida por nosotros. ¡Por todo mi amor juro que si tengo que morir por estar junto a tí, me fundiré contigo en un último y definitivo abrazo! Y cuando de nosotros ya no quede más que niebla... Lograremos dejar nuestra huella en aquellos espejos que empañemos


Jeanne d'Arc, la Doncella de Orleans (1412 - 1431), fue una santa heroína militar francesa. Encabezando ejércitos por primera vez con tan solo 17 años, el mundo la conocería como la legendaria Juana de Arco


UN ÚLTIMO SACRIFICIO
Jadeando, me aproximé al borde de la azotea. Él me pisaba los talones. Desde que nos separaron, hará ya 10 años, no había vuelto a saber de mi hermano. Hasta que, aquella noche, regresó de entre las sombras, supongo que para asesinarme.
Arrojó la lanza con una puntería prodigiosa; aunque conseguí esquivarla por los pelos al girar mi cuerpo para apuntarle con el arco. No quería disparar, pero ¿cuántas veces existe una estrecha relación entre lo que quieres y lo que debes? La flecha silbó al rozarle el pómulo derecho, cubierto por la máscara.
-¡Vuelve aquí, traidor!¡Vengaré la muerte de madre!
Sus gritos retumbaban más que mis pisadas. Cegado por una ilusoria bruma, aquella persona que alguna vez amé fraternalmente ahora me consideraba el asesino de nuestra madre. Cientos de veces quise explicarle lo equivocado que estaba, siempre sin que él se dignara a escuchar... En fin, eso fue hace 10 años. Ahora ni siquiera tiene sentido intentarlo. ¿Cómo decirle a quien ha sacrificado todo por una causa que esa causa era un engaño?
Mientras el alféizar que marcaba el final de la terraza se acercaba a mis pies, tomé una decisión, al tiempo que él recogía su lanza, clavada en el suelo, que yo había dejado atrás.
Aprovechando la carrerilla, salté con todas mis fuerzas y me volví en el aire con la última flecha en mi arco. Impulsivamente, él también saltó tras de mí, alzando su arma. Yo sabía que mi hermano no cesaría en su afán de cazarme. Y también sabía que yo nunca tendría la fuerza suficiente para terminar con él. La caza nunca encontraría un final.
Salvo que los dos cayéramos a la vez.
Casi al unísono, los dos propiciamos nuestro último disparo.
Si caíamos, lo haríamos juntos.


MARIPOSAS
Blandió la vara para cazar brillantes mariposas de luz que escapaban del ahora cadáver. Su trabajo había terminado en esa casa. Mientras comenzaba a teletransportarse al lugar del siguiente trabajo, se detuvo a pensar en lo efímero de sus encargos. Cazar la vida. A eso se dedicaba. Sabía que todo ser viviente interpretaría aquello como algo grotesco, malvado cuánto menos. Puede que fuera así, ella no era quien para juzgarlo. Ella tan solo era una fuerza de la naturaleza que hacía lo que ésta le dictaminaba. Tras un suave destello apareció dentro de un acogedor salón. Afuera estaba anocheciendo, y la falta de luces eléctricas en el interior de la habitación la tornaba oscura y siniestra. Únicamente se hallaba encendido el televisor, emitiendo un programa frívolo de fondo. En una mecedora yacía durmiente la tierna anciana. La Muerte se detuvo a contemplarla. ¡Ese escenario le resultaba ya tan cliché!. Al menos la mujer parecía estar en paz; lo que facilitaría la extracción. Delicadamente, posó su mano en la arrugada frente de su víctima, y se le escapó una sonrisa. Una creyente más. Había días en los que no encontraba más que creyentes. Ellos no tenían ni idea, claro. Su naturaleza era querer ser especiales, al igual que la de La Muerte era encargarse de lo contrario. Al final, la conclusión siempre era la misma: El ser humano solo cree en la existencia de un dios, cualquier Dios, por el simple deseo de transcender. Mariposas de luz salieron del pecho de la anciana y ella las cazó. Nunca había conocido a nadie que lo entendiera. Mientras se teletransportaba de nuevo pensó que era una pena. Así esta especie jamás encontraría La Profecía...


STARMAN
Levanto la mano contemplando el cielo nocturno. Un cometa desdibuja la silueta de las estrellas mientras me pregunta: "¿Por qué quieres alcanzarme?¿Por qué admiras mi fuego?" No estoy seguro, pero tal vez esas no sean las preguntas adecuadas. Quizás su duda debiera ser: "¿Por qué envidias mi brillo?". Mis dedos son acariciados por el viento mientras esbozo una volátil respuesta. ¿Puede que no sea un disfraz?¿O se trata de un recuerdo inolvidable? Cierro los ojos, tumbado en la hierba. ¿Es eso lo que quiero?¿Ser un cuadro colgado en la pared que rememore por siempre aquella ocasión? No, no es relevancia ni fama lo que deseo. Entonces, ¿Por qué no puedo apartar la mirada de la evolución de ese satélite? Libre, flotando por el espacio sin trabas... Probablemente sea eso. Tal vez mi anhelo sea convertirme en una simple historia, un relato dónde ser acariciado por el polvo estelar y que en mi piel descanse la sombra de aquellos planetas dónde miles de historias más desgranan su prólogo y su final, disfrutando de su trama y sonriendo ante el mejor epílogo. Tal vez sea que estoy cansado de éste lugar dónde la gente olvida para no aprender y sufre tan solo para poder mostrar sus cicatrices. Debe ser eso, debe ser que me empeño en creer que entre las estrellas y los satélites se encuentra un hogar dónde no hay esclavos y dónde la gente no cambia por seguir a otra estrella que dentro de poco colapsará. ¿Será esa la verdadera naturaleza de la felicidad? No tener que demostrar nada... ¿Acaso puede esa ataraxia existir? Dejo caer el brazo sobre la hierba mientras el cometa ya no se refleja en mis ojos. Desgraciadamente, pienso, los suspiros no pueden llevarse aquello de lo que quiero escapar. Desgraciadamente, tal vez, y sólo tal vez, la vida no se trate más que un castigo, una condena a no poder ser acariciado por el polvo estelar.

1 comentario:

  1. ¡Enhorabuena, Miguel! No sabía que además de escribir muy bien, dibujabas...

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